lunes, 29 de abril de 2013
Risas fugadas
-Cómo te podría explicar- dijo la payasa- que cada día que pasa se me hace más difícil reírme.
viernes, 5 de abril de 2013
1er Paso: Dar el paso
Sobre violaciones y otros tabúes: el hecho de que socialmente se intente siempre evitar la palabra violación para describir el acto en sí, que no es otra cosa que eso, una violación. Hace que no se invisibilice el problema, y que mujeres, durante años no hayan podido buscar/encontrar apoyos unas con otras para combatir esto. Ya que durante años, nunca escucharon a ninguna mujer reconocer públicamente haber sido violada (reconocer esto públicamente está mal visto, es humillante) y cuando les pasa a ellas piensan que son cosas que no pasan a menudo, y que es ella la culpable.
Ya es hora de que rompamos con esos tabúes y creemos el efecto dominó que señale con el dedo a los agresores, para que estas cosas no se tengan, desgraciadamente, que repetir.
24 años, casi un
cuarto de siglo… casi un cuarto de siglo en silencio. Pues ya está
bien, más vale tarde que nunca.
La razón por la que
he sentido la necesidad de escribiros es bien sencilla, es parte de
mi terapia, de mi purga.
Hace ya muchos años
(hace tantos años que no recuerdo con claridad qué edad tenía),
cuando era pequeña, me violaron. Abusaron de mi en repetidas
ocasiones. Cuándo teníamos comidas familiares, o cuando íbamos a
casa del abuelo a la Alquería el primo se encargaba de jugar con
nosotras mientras los mayores comíais o hablabais de vuestras cosas
de mayores. Recuerdo varias veces en la casa de la abuela, en la
habitación que había al lado del salón. El primo nos llevaba allí
para jugar con nosotras, cerraba la puerta y el pestillo y nos hacía
que nos desnudásemos para jugar a juegos de mayores. A nosotras nos
hacía mucha ilusión (a qué niño/a no le hace ilusión que le
enseñen a jugar a lo que juegan los mayores!) y hacíamos todo lo
que decía sin preocuparnos por nada, bendita/peligrosa inocencia!!
Así, podía abusar de nosotras sin que ninguno/a de los/as mayores
os diérais cuenta.
Yo nunca decía
nada, en parte porque me daba miedo (obviamente el primo nos pedía
que no dijésemos nada) y en parte porque me daba vergüenza, me
sentía en cierta manera culpable.
Poco tiempo después
de que todo esto pasara, un día mi hermana os lo dijo. No recuerdo
con qué palabras exactamente pero dejó bien claro que no era un
“juego de niños/as”. Vuestra respuesta no fue en absoluto
satisfactoria, no hicisteis nada. Yo al ver vuestra reacción me
sentí insegura, viendo que mis padres (que eran las personas
encargadas de cuidarme y protegerme) no hacían nada sentí miedo y
callé, no me expuse. Ahora valoro un montón el valor que tuvo mi
hermana de decirlo y me avergüenzo y me culpo por no haberla apoyado
con mi versión para que con la presión de ambas se hiciera algo en
el momento (que es realmente lo que creo que habría ayudado, sobre
todo a ella). Lo siento, hermana.
Después de eso tuve
algún año en los que ni me acordaba de lo que había pasado. Un dia
la prima me sacó el tema y, para mi sorpresa, lo que me dijo fue:
“mi hermano no está bien, tienes que perdonarlo y no decir nada.
Olvídalo.” Yo qué iba a hacer, sabéis el amor que le he tenido
siempre a la prima. Una vez más me callé y no dije nada, callé y
obedecí. Es muy injusto que una persona me pida que olvide lo que ha
pasado y justifique a un violador (Sobre todo si esa persona te
quiere). NO TIENE NINGUNA JUSTIFICACIÓN. Está claro que al darme
cuenta de que la prima no había actuado como yo creía correcto, y a
falta de hablarlo con ella para intentar solucionarlo no puedo evitar
guardarle cierto rencor.
Durante todos estos
años, mi hermana y yo hemos tenido que seguir viendo a nuestro
agresor en cada comida familiar, en cada evento y fingir de la mejor
manera posible que no pasaba nada. Saludar con una sonrisa a la
persona que me ha estado violando durante gran parte de mi infancia
es una de las cosas más duras que he hecho en mi vida. Ahora tengo
claro que no pienso pasar más por el aro. NO PUEDO VER AL PRIMO Y
HACER COMO QUE NO HA PASADO NADA. Se ha aprovechado de mi inocencia,
me ha engañado, me ha humillado, vejado, manipulado y luego ha
quedado como si no hubiera pasado nada. Es alguien que ME HA JODIDO
LA VIDA, y ya dado que el tiempo no cura todas las heridas PARA
SIEMPRE. Y ahora, gracias a mí misma no soy esa niña desprotegida e
inocente que necesitaba que sus padres la protegiesen, me se proteger
y cuidar yo sola. Por cierto, mi hermana solía quedarse sin habla
cuando era pequeña incluso días enteros, no hablaba, lo recordáis?
Casualmente su pérdida de habla selectiva coincidia con nuestra
estancias en el pueblo, y casi siempre cuando estábamos con esa
parte de la familia… (casualidad? No, se llama estado de shock y
les suele pasar a las víctimas que sufren violencia de algún tipo
contra su persona cuando recuerdan escenas o cosas de lo sucedido).
Cuando empecé a
crecer y fui consciente de lo que había pasado (hasta entonces no
tenía un sentido de lo que estaba bien y lo que estaba mal, ni sabía
qué era lo que había pasado) empecé a tener problemas. Tuve una
etapa en que me resultaba horrible que la gente mayor me tocara,
intentaba evitar a toda costa el contacto físico, porque me ponía
nerviosa. Pero había algo más horrible aún, el sexo. Obviamente,
el único modelo sexual que yo había tenido era erróneo, doloroso,
humillante y vacío. Esto propició que durante años tuviera un
pánico horrible a las relaciones sexuales.
Conforme fui
creciendo, leyendo (sobre todo feminismo que me ayudo muy mucho a
darme cuenta de que lo que me sucedió es algo que pasa muy a menudo,
que hay que combatir para que no siga pasando y que es algo de lo que
no tengo la culpa y no tiene por qué avergonzarme) mi conciencia
respecto a lo sucedido fue siendo mayor, y con la apertura de
conciencia también fueron creciendo los problemas: Ansiedad, falta
de concentración (déficit de atención), insomnio, trastornos
alimenticios, depresión… Angustia en general (a veces incluso se
somatiza en dolores agudos en el pecho)…
También me influyó
mucho en mi forma de ver, entender y tratar a los hombres. Durante
años me estuve vengando inconscientemente de ese daño que el género
masculino (está claro que esto es una generalización errónea ya
que no todos los hombres son iguales)me había hecho con su
herramienta más poderosa, el pene. Siento decirlo de esta manera,
`pero después de asumir que había sido violada, y haber conseguido
compartirlo en ciertas ocasiones primero con amigas y luego con
amigos (esto es algo que estoy intentando trabajarme aún, el
entender al hombre como un igual, y no como un enemigo) y darme
cuenta de que, de todas las mujeres con las que hablaba,
aproximadamente un 80% habían sido violadas en algún momento de sus
vidas me llevó a la conclusión de que tener un pene en esta
sociedad te convierte en alguien con poder. Si, la raíz del problema
no es la ropa que la chica lleve, o su disponibilidad o no si no el
hecho de que, desde muy pequeñas se nos enseña que no tenemos que
vestir de cierta manera o ser de cierta manera para no “provocar”
al hombre. Pero en ninguna escuela enseñan a los hombres a no
violar, no enseñan que son iguales que las mujeres, que estas pueden
disponer o no de su cuerpo a su antojo. Que un NO quiere decir que
NO. Siempre que ocurre una violación se justifica por lo bajini con
un: algo habrá hecho, seguro que lo provocó, a saber lo que le dijo
ella para que él hiciera eso. UNA VIOLACIÓN NO ES JUSTIFICABLE EN
NINGUNO DE LOS CASOS, TAMPOCO EL HECHO DE SER DE TU FAMILIA LO EXIME
DE SU CULPA.
Bueno y para
terminar el por qué me he decidido ahora, después de tanto tiempo a
sacarlo a la luz. Básicamente porque, y esto es algo de lo que no me
había dado cuenta anteriormente, yo no se si lo que le pasó al
primo fue una “locura transitoria” (tampoco lo justifica) o una
especie de perversión sexual nada sana… Si es una “locura
transitoria” sólo tiene (conocidas por mí) dos víctimas (tres?
Apostaría porque a la prima también se lo ha hecho). Si es una
perversión sexual insana, y es lo más probable, existe cierta
tendencia a repetir. Teniendo en cuenta que tenemos primos/as
pequeños/as, que en algún momento él tendrá hijos/as, o
sobrinos/as no quiero vivir con la duda de si estará “jugando”
con ellos/as o no. Hay que informar a la gente para que cuide de sus
hijos/as, ellos/as, ahora mismo no pueden defenderse por sí
mismos/as.
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